Por
Mizraim Bravo
Todo hace pensar que existe un cierto
punto
del espíritu desde cual la vida y la muerte;
lo real y lo
imaginario, el pasado y el futuro, lo comunicable
y lo
incomunicable dejan de ser percibidos contradictoriamente.
André
Breton: Segundo Manifiesto.
La literatura no es un viaje, es un vacíoad infinitum. Las puertas de la percepción son para siempre
espacio. Sin tiempo: galería sin recuerdo, superposición de imágenes. Abdicar
el presente. Recordar el futuro. Presentir el pasado. Cuando por fin
comenzaba a sentir con algo que no fuera ese imaginario corazón de Morel. Cuando por fin el cuerpo capitalista renuncia
a su condición estatal y determinista es
a través de la literatura. Ayer por
ejemplo matéuna mosca con el pensamiento como las categorías de Kant a las
cosas,
así mismo él a priori histórico renuncia a una simultaneidad o nodos de
interacción, el tiempo es heredado, sugiere una sucesión de acontecimientos que
imita la producción industrial del siglo xix pero dejemos que Rosseti y su poesía lo
cante con mejor plectro que el mío:
Yo
estuve aquí antes,
no sé decir cómo y cuándo
no sé decir cómo y cuándo
A Heráclito le debemos la metáfora del río interpretada
por Platón, los Doxógrafos
y tomada por Aristóteles: Aguas
distintas fluyen sobre los que entran en los mismos ríos. Se esparce y… se
junta… se reúne y se separa… se acerca y se va.Supongamos
que aquel rio de Heráclito es el Leteo y el Leteo la primera fase de sueño NO
REM donde se nos presentan terrores nocturnos, parasomnias las cuales no nos son
posibles recordar. Ahora bien dormir, soñar, son abstracciones de tiempo que aprisiona
la memoria.Fijar, impedir el movimiento.
De allí su retórica de la atadura, del nudo, de lo que priva al Otro y así, por
ley de contraste, restituye al sádico su total arbitrio, lo devuelve al estado
inicial de posible absoluto, lo libera, lo “desata[2]”.Rosseti
en sus primeros versos va desde el Leteo hacia la laguna de la Memoria:
Dije: “(Soy) el hijo de la Tierra y del estrellado Cielo.
Estoy seco por la sed y me estoy muriendo; dame pues, agua fría que fluye de la
laguna de la Memoria”. Y los reyes infernales se apiadarán de ti y te darán de
beber de la laguna de la Memoria. Estás recorriendo un camino concurrido, un
camino sagrado que también los otros ilustres iniciados y bacantes están
siguiendo[3].
Hay un gesto de Li-Po para su muerte, ebrio y bacante,
intenta atrapar la luna en el reflejo de un estanque. Nuestro recuerdo de Li-Po
seria de un poeta chino, alcohólico que fallece ahogado. El gesto poético queda
atrapado por las dilataciones del pensar
y registrar, patetismo minimalista: reducir la vida a una minúscula expresión
para abarcarla en su totalidad. Pensar es
olvidar diferencias, es generalizar, abstraer[4].
¿Todo es anterior: las mezquitas de Damasco, La alegría de la vida de Matisse, El dragón del Parque
Güellde Gaudí, yo mismo escribiendo cada
palabra de este ensayo, y usted, si usted del otro lado leyéndome? Nudo de
tiempos es la memoria, boca llena de palabras, tocar una mano es tocar la mano de la muerte, no se
puede esperar nada, el azar, amigo lector, es no recordar el lecho nupcial natal mortal[5]¿Hay
acaso palabras escritas sobre las cosas tanto para usted y para mí?Los
postulados de Berkeley asumen que la distancia no existe, que el tiempo es una
fijación en la mente heredada para articular los actos en secuencias,
narraciones, el film incongruente en
desmedro de la fotografía. Suprimir en categorías las experiencias es invalidar
la causalidad no aquella vulgar si no la que transforma cada acto en una
monstruosidad irreparable y nos acerca a la simultaneidad absoluta de la
irracionalidad. El cruce sobre un puente (imagen) es el cruce sobre un puente,
quiero decir, que es la suma de eventualidades, personas, acontecimientos,
irrupciones que puedan acontecer en aquella imagen de un puente. El tiempo tal
como ahora usted, allá, lo está percibiendo distribuye las coincidencias, los
rostros, las partes de los cuerpos:
Al revés que la
articulación de múltiples cosas que la modernidad llama “mundo” la totalidad
hegeliana no transcurre en el tiempo, ni tiene una relación externa con el
tiempo, como ocurre claramente en Newton y en todo naturalismo moderno. El
concepto produce internamente el tiempo, de modo que existencia ocurre en algo
que, en nuestro lenguaje preñado de temporalidad, estamos obligados a llamar
“presente absoluto”, mientras que los seres humanos, en tanto empíricos y
finitos, lo experimentan (se experimentan) como sucesión[6].
Rosseti
nos cuenta por un no sé, el quiebre
con su tiempo. De ahí que sus cuadros se han siempre la Beatriz de Dante pero
corruptible por la enfermedad de la musa prerrafaelista. Pero como dice Borges
sigamos escuchando la música de Rosseti:
conozco el prado detrás
de la puerta,
el dulce aroma penetrante,
los sonidos susurrantes,
las luces a lo largo de la costa.
el dulce aroma penetrante,
los sonidos susurrantes,
las luces a lo largo de la costa.
Solipsismo
del sujeto kantiano: solo conocemos lo que se nos presenta en la experiencia.
Conocer las cosas antes de una experiencia es afirmar que el vacío precede al
objeto como el ruido al silencio, daga fatal para el sistema de gobierno
burgués que se impone en el poder político decapitando al rey y sentando las
bases del Estado moderno a través de la soberanía del significante donde el
espacio se transforma en el lugar de la propiedad privada y el pueblo es
supeditado a la normalización de sus conductas a favor de un Estado, no hay
lugar que no sea capital y cognoscible.
En los
versos anteriores Rosseti nos muestra tanto la vista, el olfato y el oído
interpelados pero para completar, si me lo permite el lector (creo
que es necesario completar para guiar mi idea de mejor forma, para que entre
usted y yo haya una complicidad) agregaré el gusto y el tacto, estos cinco sentidos son dos llaves: la primera me cierra por completo, la
segunda, la sola figuración o simulacro de ella dispersa por completo la
sucesión desplazando a su vez la voluntad
de una voluntad. Tampoco estos sentidos (los que Rosseti
describe) son los mismos a los cuales nos vemos sometidos diariamente, siendo
estimulados por una serie de sensaciones artificiales para el sustento de un
sistema económico, usted sabrá que
hablo de una especie de suprasentido
le daré un ejemplo: cuando estuvimos en la última cena de Jesús de Nazaret (no
lo recordará, estaba ahí, yo fui
Judas) bebimos el vino y comimos del pan pero el vino era la sangre y el pan era el cuerpo del redentor. 10 de junio de
1963 ThichQuangDuc se quema a lo bonzo en una protesta en Vietnam, el fuego
dibuja sobre la piel (la piel es otro
dibujo en blanco) del monje budista, el fuego ya no quema si no que lo purifica.
Las sensaciones que se inscriben por encima de los sentidos pero a través de ellos
son los Sentidos. Las palabras que se
inscriben por sobre las cosas pero a través de ellas son la Literatura.No nos
detengamos aquí, continuemos, que siga Rosseti:
Tú has sido mía antes;
no sé decir hace cuánto:
pero apenas esa golondrina remontó,
y giró tu cuello, algún velo cayó;
y lo supe al instante.
no sé decir hace cuánto:
pero apenas esa golondrina remontó,
y giró tu cuello, algún velo cayó;
y lo supe al instante.
El
cuerpo es el vehículo de una experiencia literaria y la muerte es su
catalizadora. Para el poeta se despiertan las cosas, la golondrina es por
antonomasia el animal de la migración, del traslado Quandofiamutichelidon [ut taceredesinam]?
(“¿Cuándo seré como una golondrina, así podré dejar de estar en silencio?”) Nos diceT.S. Eliot en su Tierra Baldía,
la percepción de Rosseti desata el nudo y deja caer el velo que oculta a
Dionisio y la tragedia corporal. El traspaso del siglo xvii al siglo xviiies la
desaparición del cuerpo ensangrentado, cumbre del castigo, de la metáfora de
Dios en la tierra (Rey), el cuerpo pasa de una tragedia (que nos aleja de la
sociedad) a una comedia (que nos une a la sociedad). El castigo tendera, pues, a convertirse en la
parte más oculta del proceso penal. Lo cual lleva consigo varias consecuencias:
la de que abandona el dominio de la percepción casi cotidiana, para entrar en
el de la conciencia abstracta; se pide su eficacia a su fatalidad, no ha su
intensidad visible; es la certidumbre de ser castigado, y no ya el teatro
abominable, lo que debe apartar del crimen; la mecánica ejemplar del castigo
cambia sus engranajes[7].
El cuerpo político se impone por sobre el cuerpo grotesco. Pero este cuerpo
político comienza disentir, a volverse poroso en la poesía.
¿Había sido así antes?
¿No será que el vuelo concéntrico
del tiempo restaure nuestras vidas,
nuestro amor, a pesar de la muerte,
y nos traiga otro deleite noche y día?
¿No será que el vuelo concéntrico
del tiempo restaure nuestras vidas,
nuestro amor, a pesar de la muerte,
y nos traiga otro deleite noche y día?
El tiempo mismo trae conciencia del no tiempo, las
coincidencias, el tacto leve de un
reencuentro, tal vez cada Pequeña
muerte nos acerque a la vida como a
nuestro antihéroe Hans Castorp en La Montaña Mágica:
-¡Oh! El amor no es nada si no es la locura, una cosa
insensata, prohibida y una aventura en el mal. Si no es así es una banalidad
agradable, buena para servir de tema a cancioncitas tranquilas en las
llanuras. Pero yo te he reconocido y que he reconocido mi amor hacia a ti, sí,
eso es verdad: yo ya te conocí, antiguamente, a ti y a tus maravillosos
oblicuos, y tu boca y la voz con que me hablas; una vez ya, cuando era
colegial, te pedí tu lápiz para entablar contigo una relación social, porque te
amaba sin razonar, y es por eso, por mi antiguo amor hacia ti, por lo que me
quedan esas marcas que Behrens ha encontrado en mi cuerpo y que indican que en
otro tiempo yo estaba ya enfermo[8]…
El cuerpo con sus marcas pasa a ser el depositario
de los nudos, cual cicatrices desatándose, el sádico ahora nos pertenece, el
masoquista se vuelve complaciente y la enfermedad agudiza y estimula los
sentidos saturándolos. La salud, la Virtud son burguesas: cómodo diván donde
clasifico el mundo. La enfermedad es el hommo
detritus,desiderátum del cuerpo es desgarrarse de un estado que niegue su
degeneración. El tiempo burgués se impone en el cuerpo corruptible. Lo hace
mecánico, parte de la infraestructura empresarial, para ello siente y educa.
Colmar entonces derruye la producción capitalista, para el horror vacui el
barroquismo del sádico quien ante el cuerpo en blanco edifica L'Empire des sens[9],o como para un
estado zen la rabia de la delectación morosa.
Ahora, entonces, ¡con fortuna otra vez!
¡Duerman mis ojos la agitación de tus cabellos!
¿No yaceremos como hemos yacido,
y así, por amor de Amor,
el dormir y el despertar
no rompan ya sus cadenas?
¡Duerman mis ojos la agitación de tus cabellos!
¿No yaceremos como hemos yacido,
y así, por amor de Amor,
el dormir y el despertar
no rompan ya sus cadenas?
Que
duerman si: la libertad , la decencia , la fraternidad, la prensa escrita, los
cuatro puntos cardinales, el amor del siglo xviii, la redonda tierra, los héroes de
pluma y espada, muera todo lo que no enferma y corrompa toda la porquería
burguesa. Duerman si: los ojos, la sintaxis de las cosas, viviendo
en eternas tinieblas(...) solo seguiré viendo a quienes no debía, más sin reconocer a los tan deseados. Cada vida se
repite, la experiencia es ridícula: coger estas letras es para siempre. No
aprendes solo recuerdas.
[1] Joyce no
sufría miopía, lo aquejaba la hipermetropía. La miopía
hace que la visión lejana sea borrosa y la hipermetropía se destaca por reducir la visión próxima.
Así explican los errores, la sintaxis de Joyce, yo disiento. La literatura de
Joyce más que un defecto visual es la
simultaneidad fotográfica, ante el defecto físico, enfermo nuestro cerebro opera de dos dimensiones: tiempo y espacio. La máquina
fotográfica, que no piensa las imágenes, sólo actúa en el espacio, y las
registra simultáneamente, sin necesidad de recorrerlas en el tiempo para
efectuar el tránsito. (Nota del traductor, J. Salas Subirat. Ulises, James Joyce, pág. Xi. Editorial
Planeta).
[2] Severo
Sarduy, Escrito sobre un cuerpo, Del
Ying al Yang. Editorial Sudamericana, 1969, Buenos Aires, Argentina. Pág 11.
[3]G. S.
Kirk, J. E. Raven, M. Shofield, Los filósofospresocráticos. Editorial Gredos 2006,
Barcelona. Pág. 55.
[4]J. L.
Borges, El memorioso Funes, véase en http://www.literatura.us/borges/funes.html
[5] J. Joyce, Ulises, cap. 3 Proteo.Editorial Planeta. Barcelona, España. Pág.48
[6]C. Pérez Soto, Sobre Hegel. Cap iv Las operaciones
hegelianas. Editorial LOM 2010 , Santiago, Chile. Pág 47.
[7]M.
Foucault, Vigilar y Castigar, cap. 1:
El cuerpo de los condenados. Editorial Siglo xxi, 2002, Buenos Aires,
Argentina. Pág. 17.
[8]T. Mann,
La Montaña Mágica(Noche de Walpurgis). Editorial Planeta, 1974, Barcelona,
España. Pág. 574-575
[9] En Japón Ai no korîda, en español El imperio de los sentidos,
deliciosa película BDSM (B: bondage. D: disciplina, dominación. S: sumisión y
sadismo. M: masoquismo) de NagisaOshima en la cual influyeron el pensamiento de
George Baitaille y Michel Leiris . Censurada en su estreno.
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