Blog creado especialmente para la publicación de textos escritos por alumnos en clases de Teoría Literaria I de Universidad de las Américas sede Santiago Centro durante el año 2013. Invito a los alumnos, independiente de su año de estudios o egreso y a cualquier persona que por "coincidencia" encuentre este blog, sentirse libres de opinar en este lugar del ciberespacio. Literatura es un campo amplio y ambiguo, por lo tanto, no existe opinión errada, solo algunas más acertadas que otras.

sábado, 18 de mayo de 2013

¡Bang- Bang!... Despierta

¡Bang- Bang!...  Despierta
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción;
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son."
Calderón de la Barca


Disparos… Oigo disparos, es fácil caer en paranoias después de leer el sueño de un hombre ridículo del ruso Dostoyevski. Pensar en la ridiculez de existir en un mundo lleno de ridiculeces que produce de forma ridículamente más ridiculez, no es fácil y menos para los simples mortales. Cuando la nubosidad de un día en la costa nos lleva en un trance existencial cuyo fin es el de ponernos a prueba dentro de una burbuja que no revienta (aunque no lo han intentado) llamado mundo, suelen decir las personas ¡Pero que absurdo o que ridículo es esto! Claro desde cierto punto tienen razón pero desde el otro su pensamiento no es más que otra ridiculez. Desde el punto de vista de la interpretación la obra puede situarse dentro de aquellas que no posee un fin determinado, el título ya desprende muchas cosas que sirven para un análisis determinado, por ejemplo el sueño como un sustantivo que arroja bastantes interrogantes por sus infinitas formas de plasmarse al momento de dormir, por otro lado el hombre como ente y ser –terminología heideggerina- de la cual se desprende la constante búsqueda de la verdad absoluta para encontrar sentido a la vida que lo rodea viviendo en la constante angustia de saber quién es y cuál es su permanecía dentro de él y el mundo, además de las ansias de poseer a la naturaleza en su totalidad dentro de sus manos,pero que no puede debido a que se reduce a un solo mamífero sin carne hambriento y sediento,y por último la ridiculez antes expuesta, que nos lleva a la contradicción más grande de saber si realmente lo que se plasma es ridículo o no.
Antes de analizar la obra en su plenitud se debe conocer el contexto que la envuelve, para quizás dilucidar  si aquel -como algunos llaman- contexto de producción contiene algunos matices dentro de su construcción de esta obra literaria. En primer lugar, conocer quien fue Dostoyevski servirá para dar pie a los demás contextos que existen, de él se puede decir que fue parte del existencialismo ruso (motor esencial para algunas de sus obras) a pesar de que en su época aun no estaba claro este término para encasillar sus pensamientos a este movimiento, esta filosofía nos habla sobre la constante batalla que existe entre el pesimismo y lo absurdo, como la lucha constante de estas dos fuerzas que chocan para lograr dar respuesta a las infinitas interrogantes del ser humano, buscar aquellas ventanas cuando las puertas se cierran con el afán de agarrarse de algo divino o mortal, la explicación constante de los sucesos en sus propias vidas, que los llevarán a una contienda en el límite estrecho entre sus creencias y/o pensamientos. En este sentido Bajtín dentro de su obra Estética de la creación verbal[1] nos habla de este fenómeno cuando utiliza el término autor-creador, esto se ve expuesto cuando algunos teóricos al momento de referirse a Dostoyevskidicen que son sus propios miedos los que se reflejan en la obra, Bajtín lo define de esta manera: “Esta actitud es la que saca al personaje del acontecimiento único y abierto del ser que abarca tanto a él como al autor-persona podido estar junto al autor, como compañero del acontecer vital, o en contra del autor, como su enemigo, o, finalmente como él mismo (…)”[2] lo que nos dice esta frase es que hay una disputa casi de egos entre el autor y su propio personaje, el mimetizarse de forma camaleónica para reflejar lo que a simple vista no puede expresar, ayuda al autor a sumergirse en su obra sin salir de ella, es decir, el autor busca  a través del existencialismo, la búsqueda contaste de su yo en otro yo, casi idéntico pero distinto.
Retomemos la obra, desde la mirada de la literatura y su convicción del estatuto autocontradictorio, es decir, que responde a las preguntas ¿Qué es verdad? y ¿Qué es falso? Dostoyevski dentro de su mundo de incalculable ridiculez deja la duda sobre el existencialismo del personaje y el sueño que este tiene, no se sabe dónde va, hacía adonde apunta o qué quiere lograr, solo se remite a lo insustancial a lo que el sueño mismo le puede entregar, cae en la interrogante de no saber qué es eso queno se nos quiere decir y que es disfrazado por una verdad que es falsa sin sustentos y sin puerto. Pero ¿Cómo hacer convivir aquello que no es sustancial con lo concreto? es como una luz imaginaria que solo el subconsciente es capaz de captar aquellas ondas que son imperceptibles por el hombre normal, aquellos impulsos que le dan vida a la vida misma, el corazón late solo cuando un choque eléctrico da vida al musculo y así sucesivamente hasta el final, un final que no  tiene verdad ni falsedad, la literatura entonces no es más que un choque de estas dos fuerzas  la lucha interminable por saber quién predomina.
Desde el punto de vista de la crítica, se contraponen dos corrientes para asegurar la correcta interpretación: El crítico ingenuo y perezoso v/s el nuevo crítico, el primero nos habla acerca de la tradición, ese traspaso de información que generación tras generación se ha intentado plasmar dentro de las personas, solo se ve el forma y no el fondo, es una interpretación literal, donde lo subjetivo ni los mensajes ocultos dentro del texto queda al olvido, el lenguaje les queda grande y su visión solo se centra en saber qué es lo que les ofrece cada página, una lectura por identificación, en cambio, el segundo es todo lo contrario, los nuevos análisis nos llevan a la construcción de una nueva forma de concebir la literatura, el camino que se traza esta vez no pasa por la luz, pasa por la sombra, por lo que se esconde, por lo que a simple vista no se puede captar del texto, el lenguaje dentro del mismo lenguaje para rescatar aquellos códigos que están camuflados entre tantos verbos, sustantivos, adjetivos y adverbios. Ahora desde la perspectiva del cuento y siguiendo el análisis de la obra, Dostoyevski desde una mirada de la antigua crítica, nos hace la pregunta de quizás cuantas personas leyeron el texto y se sintieron identificados con el personaje, el existencialismo como lenguaje barato para autoconvercer a las personas que siempre están en crisis y que no nada más lindo que el sufrir por sufrir con el simple hecho de seguir sufriendo, entonces la literatura baja a la nada y el mensaje que se quiso expresar queda reducido a simples cenizas, como diría Umberto Eco y su cultura de masa, proponer una figura y /o libro popular para gente popular con temáticas populares para tener a la población en calma, silenciados e ignorantes, por otra parte la interpretación de la crítica nueva, nunca habrá ceniza, la llamaolímpica siempre estará viva para las nuevas mentes pensantes que cada vez que lean ese lenguaje oculto encontrarán más y más interrogantes de las cuales desarrollar y así formar nuevas cosmovisiones sobre las palabras expuestas, así el texto siempre será enriquecido y su muerte se prolongará por mucho tiempo más o puede que nunca muera siempre y cuando sobreviva a la lecturas baratas.
El punto anterior está altamente relacionado con la siguiente forma de internalizar el texto y nos habla sobre el lenguaje empleado y su doble naturaleza, en ella podemos ver como el discurso empleado dentro del texto se puede analizar desde su naturaleza interna e externa, es decir, Barthes hace esta relación con las imágenes, él habla sobre la forma de concebir una imagen y lo que representa esta unión interpela con el lenguaje el fondo y la forma, existe una especie de se contraposición cuando las personas carecen o posee exceso de conocimiento, el que no contiene las herramientas intelectuales necesarias no podrán comprender el mensaje oculto dentro del texto solo hará una mirada sencilla acerca del objeto señalado y su opinión se extenderá a un simple, está bonito o no entendí, en cambio aquellas personas que internalizan en el texto poseen la capacidad para comprender todo aquello que no es visible ante los ojos y muchas veces ni por el mismo cerebro.
Cuando se recuerda alguna obra literaria o se conversa con alguna persona sobre literatura, siempre se recuerdan los mismo clásicos universales y que sirven como referentes de nuestras palabras y parte de nuestro imaginario, se convierten esas lecturas en clásicos que nos inspiran, los cuales son el motor para la compresión de las futuras generaciones, esos que con tan solo nombrar sus títulos, sus páginas o citas se vienen a la mente, esos donde el significado y significante son una hormiga en comparación con aquellos monstros de la literatura, son aquellos clásicos que nos brindan esa capacidad de no-retorno de una incomprensión tal, que cuando se piensa que ya se tiene a la respuestas o la claves para descifrar los códigos ocultos provienen dentro de su entrañas literarias nuevas interrogantes que hacen que todas esas concepciones quede reducidas y se tenga que volvera releer una y otra vez. Desde esta perspectiva el sueño de un hombre ridículo, ¿Será capaz de resolver las interrogantes infinitas o será un libro fácil de digerir y con moraleja sencillas como ciertas fábulas? El análisis que se debe tomar en cuenta en la complejidad del inicio, del desarrollo y el final de la obra, en el caso del texto el análisis mayor debe estar concentrado en el desarrollo y el final, ya que el primer quiebre de la obra es cuando se produce el sueño, el segundo es cuando lo “relata” y el tercero es el final en sí mismo el cual se narra de la siguiente forma: Me llevaron a sus casas. Todos querían tranquilizarme. No me preguntaron absolutamente nada, como si ya lo supieran todo y no tuvieran otro deseo que el de borrar cuanto antes de mi rostro las huellas del sufrimiento.[3]El hilo conductor de la lectura hace que las personas se pregunten cual es el destino del cuento, como aborda el tema del existencialismo, dónde nos llevan los sueños o la misma realidad que se tergiversa de manera constante, es un libro abierto, es decir, tanto como su inicio, desarrollo y final poseen diferentes rieles de conducción, el tren literario no sigue un curso definido y los rieles son obtusos y sin retorno, nada más queda el lenguaje y sus derivaciones para comprender su mensaje interno y externo.
Desde el punto de vista del narrador -ya mencionado anteriormente como autor-creador- otorga al texto la capacidad de Dostoyevski como un narrador omnisciente y tirano ya que aquella angustia que posee el personaje provoca tanto como al lector como a la misma narración, esa sensación de querer entrar dentro del texto y ayudar al personaje para poder así comprender su mundo. El narrador entonces se convierte una especie torturadora que refleja sus adicciones y sufrimientos en un personaje indefenso carente de carácter y ansiosa de saberes.
El autor al momento de escribir, además de poseer todas las características antes mencionadas esconde todo su lenguaje una intención, la cual recorrerá todo el texto como ríos hasta llegar al mar de dudas que encierra sus escritos, ya que no basta con ser un poema para revolucionar las mentes, también la prosa remueve las neuronas y el océano que sus letras provoca en el lector las sensaciones que ayudarán a enriquecer el texto, por ejemplo el principio del texto dice lo siguiente: SOY un hombre ridículo. Ahora me llaman loco. Esto representaría un ascenso de categoría si no continuara siendo tan ridículo como antes para la gente. Sin embargo, ahora ya no me enfado, todo el mundo me parece simpático y diría que más aún cuando se ríen de mí. Y mismo me reiría con los demás, no por querer reírme de mí, sino por amor a ellos. Lo haría si al contemplarlos no me causaran tanta pena. Me entristecen, porque no conocen la verdad y yo sí la conozco. ¡Qué duro, ay, ser el único en conocer la verdad! Pero cosa es ésta que nocomprenderán. No, no la comprenderán[4].Esta es la montaña y lo que sigue serán aquellos ríos que nutrirán el texto, con tan solo el comienzo de la obra deslumbra todo el existencialismo que posee el autor además ver la complejidad y deslumbrar cómo será el curso de la historia.
En conclusión el texto el sueño de un hombre ridículo, se puede analizar desde varias perspectivas, muchas de ellas asociadas al contexto de producción y el acercamiento de esta obra al existencialismo o desde la mirada del lenguaje como elemento que no es un sujeto comprensible, más bien un sujeto lleno de contradicciones verdaderas y subjetividades falsas, no obstante, el lenguaje utilizado y la clara inserción del existencialismo dentro de la obra, mueve todo el relato, los disparos son todas aquellas heridas que se tienen en la vida, que por el momento no son nada más que sufrimientos momentáneos pero que si se mantienen vivas como sueños recurrentes caerán en la ridiculez de pensar que nada tiene solución y que la vida es un constante en sueño como diría Calderón de la Barca, todos somos Segismundo, nadie es humano.



[1]Estética de la creación verbal. M.M. Bajtín. Siglo veintiuno editores. Traducción de Tatiana Bubnova. Primera edición en español, 1982. Octava edición en español, 1998. Primera edición en ruso, 1979. Título original: éstetikaslovesnogotvorchestva
[2]Estética de la creación verbal. M.M. Bajtín. Autor y personaje en la actividad estética: La actitud  del autor hacía el héroe.
[3]FedorDostoyevski. El sueño de un hombre ridículo. 1877.  Página 28 véase en: http://www.altera.net/nueva/libros/sueno.pdf
[4]FedorDostoyevski. El sueño de un hombre ridículo. 1877.  Página 9, véase en: http://www.altera.net/nueva/libros/sueno.pdf

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